Psicología y Fisioterapia para el Estrés

¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta de nuestro organismo que consiste en movilizar recursos, tanto físicos como psicológicos, para hacer frente a demandas externas o internas que se han interpretado como una amenaza. 

Por tanto, el estrés no es lo mismo que la carga (laboral, emocional, o del tipo que sea). El estrés es el fruto de la interacción entre una determinada demanda o amenaza y la capacidad del organismo para darle respuesta. O, mejor dicho: es fruto de la interacción entre la percepción (no siempre consciente) que tiene la persona de dicha amenaza y la percepción que tiene de sus recursos para hacerle frente.

Así, una misma situación puede ser generadora de estrés para una persona pero no para otra. No obstante, las situaciones generadoras de estrés suelen compartir unas generalidades:

  • Suponen una amenaza para la seguridad (personal, laboral, social...). Una amenaza puede ser la posibilidad de recibir un daño, pero no olvidemos que la posibilidad de no conseguir algo que la persona considera importante (por ejemplo, no conseguir un ascenso laboral) también se puede interpretar como una amenaza.
  • Exigen un sobreesfuerzo físico o mental o implican la exigencia de obtener un resultado determinado.
  • Conllevan la exposición a algo incómodo, doloroso o desagradable para la persona.

La respuesta de estrés, guiada fundamentalmente por la activación del Sistema Nervioso Simpático, tiene un fin adaptativo, ligado a la supervivencia. Mediante un incremento de la activación, nos permite aumentar nuestro rendimiento en situaciones puntuales en las que algo muy importante está en juego.

Sin embargo, el exceso de estrés puede perjudicar gravemente tanto el rendimiento como la salud de las personas, a nivel físico y psicológico. Este exceso de estrés puede ser cuantitativo o cualitativo, y puede ser fruto de la exposición a demasiadas situaciones estresantes, o en un periodo de tiempo demasiado prolongado (no olvidemos que la respuesta de estrés está diseñada para actuar a corto plazo), o de la exposición a una amenaza demasiado grande o para la que no se tienen recursos suficientes. 

¿Cuáles son las consecuencias del exceso de estrés?

Dado que la respuesta de estrés desencadena cambios hormonales que afectan a todo el organismo, las consecuencias del exceso de estrés pueden ser muy variadas. 

En el plano físico, el exceso de estrés sostenido aumenta la vulnerabilidad a padecer, entre otros:

  • Dolor crónico, incluyendo cefaleas tensionales y migrañas
  • Trastornos musculares: aumento de la tensión muscular, bruxismo, tics, temblores y fatiga muscular.
  • Trastornos cardiovasculares: hipertensión, enfermedad coronaria (angina de pecho o infarto de miocardio), taquicardia
  • Trastornos respiratorios: asma bronquial, dificultades respiratorias episódicas
  • Trastornos inmunológicos: enfermedades infecciosas (gripe, herpes, SIDA), autoinmunes (artritis reumatoide, psoriasis, enfermedad de Crohn), cáncer o alergias
  • Trastornos endocrinos: hiper o hipotiroidismo, diabetes tipo I
  • Trastornos gastrointestinales: como úlceras gastroduodenales, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa
  • Trastornos dermatológicos: prurito, sudoración excesiva, dermatitis atípica
  • Trastornos sexuales y de fertilidad: impotencia, eyaculación precoz, vaginismo, alteraciones de la libido

En el plano psicológico, algunas de las manifestaciones del exceso de estrés pueden ser:

  • Sintomatología ansiosa: angustia, inquietud, nerviosismo
  • Sintomatología depresiva: abatimiento, apatía, irritabilidad
  • Dificultades de concentración y de toma de decisiones, fatiga mental y disminución del rendimiento
  • Alteraciones en la alimentación: aumento de la ingesta o pérdida de apetito
  • Alteraciones del sueño
  • Consumo excesivo de alcohol, drogas y tabaco 
  • Conductas compulsivas como moderse las uñas o pellizcarse la piel

¿Por qué es necesario un abordaje integrado psicológico y corporal en el tratamiento del Estrés?

Como hemos visto anteriormente, la respuesta de estrés es en su origen algo positivo para el organismo. Sin embargo, cuando esta respuesta se mantiene demasiado tiempo o es excesiva, sus efectos son muy negativos tanto en el plano físico como en el psicológico. El objetivo del tratamiento del Estrés debe ser, por tanto, regular dicha respuesta de estrés.

La forma más eficiente y eficaz de regular la respuesta de estrés pasa por actuar simultáneamente con dos focos:

  • Un foco en el plano físico, que busque la regulación del tono muscular, la relajación, y en definitiva la normalización del Sistema Nervioso Autónomo. De esta manera, los nervios que van del cuerpo al cerebro (nervios aferentes) llevarán un mensaje de bienestar y seguridad que permita poner fin a la respuesta de exagerada de estrés.
  • Un foco en el plano psicológico, con diversos objetivos en función de cada persona y de cada momento, como la creación de recursos y estrategias de afrontamiento. De esta manera, se generará un equilibrio entre las percepciones de situaciones demandantes/amenazantes y la percepción de los recursos personales para hacerles frente, fruto del cual tendremos una respuesta de estrés regulada y adaptativa.

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